La subida al Grand Col Ferret se me hace eterna, el calor nos castiga de lo lindo y me propongo marcarme un ritmo de lo más cómodo para llegar al collado y no tener que parar.
Se monta un trenecito detrás de mi de lo más curioso, nadie habla, todos jadean y de vez en cuando algún espectador Italiano nos anima como si fueses el primero en pasar por allí. La concentración es máxima, me encuentro genial
.
Llego al collado con muy buenas sensaciones y me lanzo a buen ritmo y sin parar hacia La Fouly.
La bajada tiene tela y hay tramos en los que no es posible no correr. Son 19 kms hasta Issert casi sin parar de bajar, pero es el único tramo en el que ganar tiempo a los cortes.
Llego a La Fouly y decido parar un rato para estirar y darme un leve masaje. Me quedo un poco frio y salgo coririendo hacia Issert donde me espera Mari Jose.
El paisaje las gentes y las poblaciones Suizas nos recompensan constantemente, el ambiente no decae en ningún momento
.
Llego a Issert con el subidón de ver a mi angel de la guarda, un poco de charleta y sigo para afrontar la subida a Champex.
Km 54.7 Champex-Lac, punto importante y estratégico. Paro a cenar y a cambiarme de ropa. Chequeo general de ampollas y rozaduras varias. En este punto también está Mari Jose que me ayuda en todo.
Aunque empiezo a notar el cansancio en general me encuentro bastante bien, las lesiones me respetan pero yo las sigo mirando de reojo.
Comienza la noche, momento duro para mi, decido no ponerme la lentilla y concentrarme mucho en cada paso para no tropezar demasiado
.
Dejo a MJ con un poco de pena y salgo hacia La Bovine, subida muy dura, peldaños altos muy exigente física y técnicamente. El frío nos envuelve cada vez más y la cosa se pone dura de verdad. A tirar de poderío mental y a no pensar demasiado.
La bajada a Trient es también muy técnica pero se puede correr. Llego a Trient bastante cansado pero con la moral intacta, se que tego la carrera en el bolsillo, me quedan dos subidas y dos bajadas, duro pero posible.
Penultima subida, Catogne, después de La Bovine... esto es mucho más llevadero. Corono entre la niebla y copos menudos de nieve. El frio es importante y no creo que superemos los 2 grados. No veo más allá de dos metros y voy solo, llega por detrás un Frances y vamos juntos un rato... tremendo, duro, muy duro.
Llegamos a un controlm en el que nos dan ¡¡¡te caliente!!!, increible, me pongo las pilas y tiro a Vallorcine.
Las imágenes de gente abandonando, durmiendo en los costados de los caminos, vomitando e incluso llorando son constantes, todo los que por ellos pasamos les preguntamos e intentamos ayudarles, pero hay que seguir. Creo que este es un aspecto de la carrera de los más duros, os lo puedo asegurar.
La bajada a Vallorcine me emociona, se que tengo la carrera, lo estoy logrando, como diría Homer "Juhuuuuuu..."
Veo de nuevo a MJ y nos despedimos hasta meta, joder que bien suena esto.
Me vacío en la tremenda, técnica y bella subida a La Tete Aux Vents. Ya ha amanecido y voy más rápido.
Los 1121 metros de desnivel de bajada hasta Chamonix son... sin comentarios, probadlo y me lo decís.
Km 96, entro en Chamonix, la gente se deshace en elogios y ánimos, miran tu nombre en el dorsal y personalizan el grito que te dedican. Dos kilómetros de gloria que me han costado 24 horas y media de esfuerzo y muchos meses de lucha lágrimas y recuperaciones.
Aunque en la foto de meta no lo refleje, estoy feliz, estoy emocionado y estoy agradecido. Agradecido a Mari Jose por todo lo que me ha ayudado en estos dos últimos y nefastos años, agradecido a la organización por organizar tan maravilloso evento y por supuesto agradecido al público tan maravilloso que abarrota todo el recorrido.
Estos dos últimos kilómetros han sido sin duda los minutos más importantes de mi vida deportiva.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar