Por el monte Segoviano.

Este pasado Sábado, y ante la inminente llegada de la Roncesvalles-Zubiri, Mari Jose y yo, nos fuimos a pasar un día de lo más deportivo. La idea era, madrugar para dejar el coche en una de las siete revueltas aparcado, irnos a entrenar, y regresar al coche para comer y ver el paso de la penultima etapa de la vuelta ciclista a España, que como ya sabéis era una cronoescalada de 17 Km´s.El clima es perfecto y una vez aparcado el coche nos dirigimos a la entrada de la pista que sale de la última revuelta de las siete que tiene la subida a Navacerrada desde la vertiente Segoviana.

Estiramos y nos ponemos en marcha, la idea es hacer un ca-co de unas tres horas mínimo con la limitación, en cuanto al ritmo, de las pulsaciones de Mari Jose. Ritmo que fue altito, ya que a la moza le empieza a costar subir de pulsaciones si no corre.

Pues así lo hicimos, tres horas clavadas con un dia genial y unas vistas hacia la bola y Segovia de lo más espectaculares.

Regresamos al coche a las 13 horas y ya está todo petado de gente, por la carretera sólo circulan coches de la organización y ciclistas, el ambiente es genial.

Estiramos, nos cambiamos de ropa, zampamos un arrocito y a sobar un rato hasta el comienzo de la etapa.

Empieza sobre las 14:30 y enseguida vemos pasar a los primeros ciclistas, el tiempo pasa volando y cuando nos damos cuenta ya están saliendo los últimos 20 ciclistas que son los 20 primeros de la general.

El ambiente es genial, y aunque somos unas cien personas en la curva, la sensación es de que somos más.

Es impresionante ver pasar a tal velocidad por esos desniveles. La curva en la que estábamos debe tener alrededor del 11 %, y pasaban como balas, incluso por el interior de la misma, simplemente espectacular.

Os dejo unas fotos.

Al acabar, subimos al puerto para ver el ambiente y tenemos la suerte de toparnos con Sastre y Contador.

Por algo esta es, para mi, la mejor segunda carrera por etapas del mundo.