Abandonamos la cabaña tras un delicioso desayuno que nos pondrá las pilas para todo el dia.
Comenzamos el dia rodando a lo largo del PN del rio Simpson y deleitandonos con el precioso valle que tenemos delante, sin duda merece la pena desviarse de la carretera Austral para ver este parque.
Llegamos a Coyhaique, capital de la XI región, con un calor sofocante. Paramos a repostar y nos damos un agradable paseo por la ciudad y por un rastrillo navideño de artesanía, único lugar que encontramos en todo el recorrido para comprar un detallito a la familia.
Y.... si lo que hemos visto hasta ahora es espectacular, lo que viene durante los próximos 500 Km´s...
Empezamos el día siguiente tal y como lo vamos a acabar, con un viento impresionante que ni siquiera nos deja avanzar durante las bajadas.
Seguimos por asfalto y nos dirigimos hacia la Reserva Nacional Cerro Castillo. Pasamos por paisajes típicos de media montaña.
Dejamos a un lado la Laguna Verde y la Chigüay siempre con el viento castigándonos.
Alcanzamos la cota máxima de todo el recorrido 1.120 msnm en el Puerto Ingeniero Ibañez ( asfalto, 1120 msnm, es largo pero sin desniveles importantes si vienes del norte) y comenzamos a bajar pedaleando a tope para poder avanzar.
Me paro a esperar a Almudena y a Maria Jesus que aparecen hora y media más tarde. Surge un momento de crisis tras el esfuerzo que solucionamos hablando, y continuamos.
Las vistas al bajar hacia Villa Cerro Castillo son de flipar, juzgad vosotros con las fotos.
Tras pasar la noche vamos a adentarnos en el que para mi fue el tramo más espectacular de toda la ruta.
Los tábanos me amargan la mañana y de que manera, tengo que colocarme un Buff para que no se me metan en los oidos, horrible.
Pasamos la Laguna Verde dejándola a la izquierda con unas vistas enormes y poco a poco nos metemos en el Valle del Río Ibañez.
Los colores en este valle son los protagonistas. Un comentario que surgio "...pensaba que estos paisajes sólo se veian en los documentales del National..." creedme que no exagero, os cuelgo algunas fotos.
El valle se torna muy ancho a medida que lo recorremos y si no vamos con la boca abierta, es porque se nos mete un tábano fijo. Pero desde luego este lugar no te puede pasar inadvertido.
Llegamos a una zona del rio llamada el bosque muerto, una zona de selva inundada y sin vida a causa de la erupción del volcán Hudson en el año 1971.
Llegamos a una zona en el rio Murta que nos permite bañarnos y disfrutar de la maravillosa luz del atardecer Patagónico en pelota "picá".
Comenzamos otro dia con un tiempò genial y rodando en llano tras cruzar el puente sobre el rio Murta.
Al poco el transportín de Chusa vuelve a romperse, lo arreglamos con bridas y continuamos sin problemas.
Llegamos a Pto Rio Tranquilo y tras parar a comer un poco tomamos una lancha para ver la Catedral de Marmol que e¡se situa en el Lago General Carrera.
En la lancha conocemos a un señor de Burgos, Fernando, a su mujer Gioconda que es Chilena y a dos Brasileños.
Sin duda esta excursión es imprescindible, las formas del marmol esculpidas por las aguas verdes del lago, los colores del mismo dentro y fuera del agua... no os lo perdais.
Durante los tramos para ir y venir en la lancha hacemos buenas migas con Fernando y Gioconda y al despedirnos de ellos nos regalan unas naranjas deseandonos buen viaje, ellos también se dirigen al sur pero en coche.
Vamos al pueblo a comprar y a llamar a la familia, es 24 de Diciembre y Chusa se que da un poco morriñosa.
Tras pasar la noche en un lugar con unas vistas geniales hacia el Lago General carrera, nos ponemos en marcha ya con los tábanos dando por el culo.
El Lago está presente constantemente, es enorme, y mos muestra unos colores de lo más variado e intenso.
Desgraciadamente los tábanos siguen cobrando protagonismo y te llevan en ocasiones a la histeria. Utilizamos dos tipos de repelentes y ni por esas, DESESPERANTE.
Llegamos al espectacular desagüe del Lago General Carrera y que da lugar al Lago Bertrand en un lugar de lo más pintoresco con las montañas nevadas como telón de fondo.
La jornada ha sido agotadora y paramos un rato al borde del lago a descansar.
Comenzamos una subida bastante dura con el lago Negro a nuestra derecha y pasando el cruce El Maitén.
A Almudena se le corta la digestión y a los 54 Km´s decidimos parar y acampar.
Comenzamos el dia y al poco llegamos a Pto Bertrand, uno de los lugares más bellos de la región, situado a los pies del cerro San Valentín y con el Lago azul y los campos de hielo Norte como protagonistas.
El camino se torna rompepiernas, yo cojo un desvío que nos indicaron unos suizos a unos 15 Km´s de Pto Bertrand para evitar un pedazo de puerto que te comes si sigues por el camino natural, pero Chusa y Almu que van delante no se acuerdan y se suben el murazo.
A partir de este punto el terreno es tremendo, subimos lo más duro de todo el recorrido, y el que, según los Chilenos, es el puerto más duro de todo Chile, las cuestas del diablo ( unos 3 Km, rampas que rondan el 20 o 25% de desnivel, ripio en buen estado y en constante zig-zag, muy, muy duro).
Aun así las vistas son de lo más gratificante. El encuentro de los rios Baker y Chacabuco ofrece un espectáculo de colores de lo más lindo.
El calor y las cuestas nos castigan duramente hasta llegar a Cochrane, repostamos y nos encontarmos para cenar con Fernando y Gioconda de nuevo.
Ya queda menos para Villa O´Higgins y la parte que nos queda por recorrer es la más recóndita de todas. Desde Cochrane no hay casi sitios para comprar comida, la aventura está servida.
PD. he decidido no subir los mapas para no ocupar tanto espacio, si algun@ los quereis pedidmelos y os los envío por correo, mi mail alexparedescalderon@gmail.com.
Comenzamos el dia rodando a lo largo del PN del rio Simpson y deleitandonos con el precioso valle que tenemos delante, sin duda merece la pena desviarse de la carretera Austral para ver este parque.
Llegamos a Coyhaique, capital de la XI región, con un calor sofocante. Paramos a repostar y nos damos un agradable paseo por la ciudad y por un rastrillo navideño de artesanía, único lugar que encontramos en todo el recorrido para comprar un detallito a la familia.
Y.... si lo que hemos visto hasta ahora es espectacular, lo que viene durante los próximos 500 Km´s...
Empezamos el día siguiente tal y como lo vamos a acabar, con un viento impresionante que ni siquiera nos deja avanzar durante las bajadas.
Seguimos por asfalto y nos dirigimos hacia la Reserva Nacional Cerro Castillo. Pasamos por paisajes típicos de media montaña.
Dejamos a un lado la Laguna Verde y la Chigüay siempre con el viento castigándonos.
Alcanzamos la cota máxima de todo el recorrido 1.120 msnm en el Puerto Ingeniero Ibañez ( asfalto, 1120 msnm, es largo pero sin desniveles importantes si vienes del norte) y comenzamos a bajar pedaleando a tope para poder avanzar.
Me paro a esperar a Almudena y a Maria Jesus que aparecen hora y media más tarde. Surge un momento de crisis tras el esfuerzo que solucionamos hablando, y continuamos.
Las vistas al bajar hacia Villa Cerro Castillo son de flipar, juzgad vosotros con las fotos.
Tras pasar la noche vamos a adentarnos en el que para mi fue el tramo más espectacular de toda la ruta.
Los tábanos me amargan la mañana y de que manera, tengo que colocarme un Buff para que no se me metan en los oidos, horrible.
Pasamos la Laguna Verde dejándola a la izquierda con unas vistas enormes y poco a poco nos metemos en el Valle del Río Ibañez.
Los colores en este valle son los protagonistas. Un comentario que surgio "...pensaba que estos paisajes sólo se veian en los documentales del National..." creedme que no exagero, os cuelgo algunas fotos.
El valle se torna muy ancho a medida que lo recorremos y si no vamos con la boca abierta, es porque se nos mete un tábano fijo. Pero desde luego este lugar no te puede pasar inadvertido.
Llegamos a una zona del rio llamada el bosque muerto, una zona de selva inundada y sin vida a causa de la erupción del volcán Hudson en el año 1971.
Llegamos a una zona en el rio Murta que nos permite bañarnos y disfrutar de la maravillosa luz del atardecer Patagónico en pelota "picá".
Comenzamos otro dia con un tiempò genial y rodando en llano tras cruzar el puente sobre el rio Murta.
Al poco el transportín de Chusa vuelve a romperse, lo arreglamos con bridas y continuamos sin problemas.
Llegamos a Pto Rio Tranquilo y tras parar a comer un poco tomamos una lancha para ver la Catedral de Marmol que e¡se situa en el Lago General Carrera.
En la lancha conocemos a un señor de Burgos, Fernando, a su mujer Gioconda que es Chilena y a dos Brasileños.
Sin duda esta excursión es imprescindible, las formas del marmol esculpidas por las aguas verdes del lago, los colores del mismo dentro y fuera del agua... no os lo perdais.
Durante los tramos para ir y venir en la lancha hacemos buenas migas con Fernando y Gioconda y al despedirnos de ellos nos regalan unas naranjas deseandonos buen viaje, ellos también se dirigen al sur pero en coche.
Vamos al pueblo a comprar y a llamar a la familia, es 24 de Diciembre y Chusa se que da un poco morriñosa.
Tras pasar la noche en un lugar con unas vistas geniales hacia el Lago General carrera, nos ponemos en marcha ya con los tábanos dando por el culo.
El Lago está presente constantemente, es enorme, y mos muestra unos colores de lo más variado e intenso.
Desgraciadamente los tábanos siguen cobrando protagonismo y te llevan en ocasiones a la histeria. Utilizamos dos tipos de repelentes y ni por esas, DESESPERANTE.
Llegamos al espectacular desagüe del Lago General Carrera y que da lugar al Lago Bertrand en un lugar de lo más pintoresco con las montañas nevadas como telón de fondo.
La jornada ha sido agotadora y paramos un rato al borde del lago a descansar.
Comenzamos una subida bastante dura con el lago Negro a nuestra derecha y pasando el cruce El Maitén.
A Almudena se le corta la digestión y a los 54 Km´s decidimos parar y acampar.
Comenzamos el dia y al poco llegamos a Pto Bertrand, uno de los lugares más bellos de la región, situado a los pies del cerro San Valentín y con el Lago azul y los campos de hielo Norte como protagonistas.
El camino se torna rompepiernas, yo cojo un desvío que nos indicaron unos suizos a unos 15 Km´s de Pto Bertrand para evitar un pedazo de puerto que te comes si sigues por el camino natural, pero Chusa y Almu que van delante no se acuerdan y se suben el murazo.
A partir de este punto el terreno es tremendo, subimos lo más duro de todo el recorrido, y el que, según los Chilenos, es el puerto más duro de todo Chile, las cuestas del diablo ( unos 3 Km, rampas que rondan el 20 o 25% de desnivel, ripio en buen estado y en constante zig-zag, muy, muy duro).
Aun así las vistas son de lo más gratificante. El encuentro de los rios Baker y Chacabuco ofrece un espectáculo de colores de lo más lindo.
El calor y las cuestas nos castigan duramente hasta llegar a Cochrane, repostamos y nos encontarmos para cenar con Fernando y Gioconda de nuevo.
Ya queda menos para Villa O´Higgins y la parte que nos queda por recorrer es la más recóndita de todas. Desde Cochrane no hay casi sitios para comprar comida, la aventura está servida.
PD. he decidido no subir los mapas para no ocupar tanto espacio, si algun@ los quereis pedidmelos y os los envío por correo, mi mail alexparedescalderon@gmail.com.
No estuve allí pero recuerdo que me habéis contado todo esto.
ResponderEliminarDespués de tanto tiempo, mola volver a recordarlo.
Muy buena entrada. Bonitas fotos.
Si, la verdad es que creo que no pasa un dia sin que recuerde esta experiencia.
ResponderEliminarGracias.
fabulosas fotos, si señor.
ResponderEliminarAh! Los tábanos...que sería de una aventura sin las emociones de descubrir la fauna local :-DD
Hola chicos!!! Cómo vais? Pues nada, yo de paso por aquí.
ResponderEliminarQue maravilla de viajes nos damos...!!! No es por nada, pero viendo esas fotos hay que sentirse afortunado por haber podido estar allí. Cuidaos...
mayayo: si la verdad es que es la más abundante y jodida de todo Patagonia, llagemos a hacer una tesis de como trabajaban en equipo y de como eliminarlos.
ResponderEliminarshedir: si la verdad es que es una de mis mejores, tanto a nivel de aventura como paisajistico como personal con las compis de viaje.