Carretera Austral, Patagonia norte Chilena ( 3 de 5 ).

Cuando estuvimos buscando cartografía para el viaje, nos vimos con un problema, no era capaz de encontrar referencias de los puertos de montaña que teníamos que afrontar, así que nos enfrentamos a ellos sin saber nada de nada, excepto el kilometraje aproximado de los mismos. Para aquellos que utiliceis estas entradas para realizar vuestro viaje, os voy a ir indicando una serie de datos que me parecen importantes para que los tiempos y kilometrajes cuadren a la perfección. Si necesitas más datos, de cualquier tipo, no dudeis en poneros en contacto conmigo a través de los comentarios en el final de la entrada.

Tras pasar una noche estupenda al lado del Lago Yelcho nos disponemos a afrontar el primer "portezuelo" del recorrido, el portezuelo Moraga (600 msnm, firme malo, nada continuo, rompepiernas, con un porcentaje medio entre el 4 y el6 % y unos 8 Km´s). Pasamos el trago con algo de lluvia y con un paisaje encajonado muy peculiar.













Las vistas desde el puerto hacia el rio Yelcho y una serie de glaciares son geniales.
Bajamos haciaVilla Santa Lucía donde se puede comprar comida. Paramos a comprar pan, preguntamos por una panadería, nos indican, miramos y miramos y al final vemos un cartel pequeñito en una ventana de una casa que pone PAN, entramos hasta la cocina y el horno de la buena mujer para vendernos lo que desde éste día será el pan élfico.
Es muy curioso parase a observar el encuentro entre el río Frío y el Palena que viene de Argentina.

El día ha sido agotador, Almu está reventada y los primeros conatos de abandono se ollen.
Paralelos al río Frío paramos a lavarnos y dormir, mañana será otro día.
Tras una noche de lluvia recogemos el campamento y nos ponemos en marcha. La media para montar y desmontar campamento era de 1,5 horas por maniobra, no hay el más mínimo problema para acampar excepto los tábanos de lo que ya hablaré más tarde.

Una vez pasado Villa Vanguardia, nos adentramos en la XI región. Cruzamos por el puente Palena y cambiamos de margen del rio. A unos 15 Km´s del puente el paisaje se abre y se muestra espectacular. Al este veremos el desagüe del lago Rassellot y al oeste veremos un gran valle donde el Palena se decide a ir hacia el mar.
Llegamos a La Junta, compramos zampa e intentamos hablar por teléfono con la familia sin lograrlo.
El paisaje está totalmente pelado debido a la ganadería pero a unos 12 Km´s la cosa cambia y la selva empieza a hacer su aparición. Casi te sientes observado, ejércitos de árboles y plantas inundan todo e incluso se llegan a meter en el mismo ripio, es acojonante.
Llegamos al lago Risopatrón. El ambiente es espectacular, los farallones rocosos caen en picado sobre el lago, de un color más que asustadizo.
Al llegar a esta altura unos ingleses me dan el alto y me dicen que Almu y Chusa les han dicho que me de la vuelta, ya que necesitan mi ayuda. Así lo hago, y cuando llego, veo que a Chusa se le ha partido el transportín, apaño de emergencia y a esperar al final de la jornada para solucionarlo, la cosa tiene mala pinta.
Tras montar el campamento le damos una medio solución al problema que aguantará unas jornadas más.
Al día siguiente bajamos hacia Pto Puyuhuapi donde se puede visitar una fabrica de alfombras artesanales.
Hay un camping al lado de la gasolinera donde se puede acampar gratis.
Al pasar por una obra, Chusa y Almu reciben un piropo que reza así "...cosita ricaaa...", que cada uno saque sus conclusiones.
Nos metemos de lleno el el PN Queulat, famoso por dos cosas, por su ventisquero colgante y por ser el lugar donde más llueve en todo Chile.
Tras un desvío a la izquierda llegamos al centro de interpretación, lugar donde se puede acampar y que da paso a la entrada hacia los senderos que van hasta el ventisquero.

El PN es espectacular, area dominada por fiordos espectaculares(no sólo hay fiordos en Noruega),
ríos, bosques de hoja perenne de unas dimensiones y antigüedad enormes, glaciares y volcanes, un paraiso natural.
El grandioso circo por el que se descuelga el ventisquero nos dejará sin aliento, y en época de estío, es bastante facil ver un desplome de hielo sobre la laguna glaciar. Imprescindible.
Continuamos rodeados por selva cada vez más cerrada, las montañas se van juntando hasta encajonarnos.
Llegamos a una fuente que suelta agua mineral, llenamos las botijas y cuando la probamos se nos saltan las lágrimas, aquello quema, parece agua oxigenada, ojito con esto.
Antes de afrontar el portezuelo Queulat paramos a deleitarnos con la cascada del salto del Padre García. Merece la pena el paseo hasta el lugar y la cascada en si.
Afrontamos el puerto ( 600 msnm, típico puerto en zig-zag, con buen firme y tramos para respirar, 6 km´s con una media del 8%) con unas vistas de los Andes espectaculares, selva, nieve, cumbres espectaculares... ambientazo alpino total.
Nos reunimos en el collado con alguna mala cara y comentarios de todo tipo. Bajamos un poco y enseguida acampamos junto al rio.
Nos encontramos con unos Gallegos que están haciendo algo parecido, pero con coche de apoyo, ellos flipan con nuestra forma de viajar.
Al día siguiente, y con la lluvia sobre nuestras espaldas, bajamos el puerto con alguna complicación. Han removido el suelo y no se ven las piedras de debajo, yo reviento una rueda pero no me toco la llanta, ufff por poco. Llevamos repuestos de casi todo, pero llantas...
Al poco llegamos a una zona en obras muy peligrosa que nos recomendaron no transitáramos, hacemos dedo y nos llevan hasta Villa Mañigüales en un Pick-up.
Tras unos Km´s más y casi sin comida, decidimos parar y comer lo poco que nos queda. A Almu le da un pajarón del trece y decidimos parar en cuanto podamos.
En el cruce hacia Pto Aisén, nosotros ya teníamos planeado el desviarnos para conocer el PN del Río Simpson y así lo hacemos.
Nos hablan de una hacienda pasado Villa Los Torreones, paramos en la misma para cenar y dormir en una casita de madera con DUCHA. Tremendo, surrealista, agua caliente, comida de verdad, estufa. Aprovechamos para lavar ropa y llamar a la familia por primera vez.
La hacienda está pegada al Salto de la Virgen, cascada que merece la pena.
Coincidimos con unos guías turísticos Finlandeses con los que tenemos una agradable conversación. Estos cenan antes que nosotros y nos dejan una botella de vino pagada para nuestro deleite.
La noche en una cama de verdad es de lo más reparador.

Casi estamos a la mitad del objetivo.

Fotos de lo descrito, de izquierda a derecha y de arriba a abajo, encuentro del río Frío con el Palena, PN Queulat, Seno Ventisquero y subiendo el puerto Queulat.