Enseguida me doy cuenta de que la cosa va a ser dura, ya que voy solo y los Km´s andando se hacen eternos. Intento pensar en otras cosas mientas regulo el ritmo y el esfuerzo, entono alguna canción y pienso en planes futuros Escudriño los rincones de mi cuerpo donde se alojan tejidos con algún problemilla y parece que las alarmas están en verde.
Sobre el Km 56 volvemos a pasar de nuevo a Málaga y al poco llegamos al Avituallamiento 13. De nuevo otra cagada de los legionarios. Aparece en el cartel de info sobre los Km´s el Km 63,600, cosa totalmente imposible, ya que yo lo hice todo andando y tardé una hora. Pero al igual que yo me di cuenta del error y no tomé en cuenta esta info, algunos corredores estaban más que contentos por estar ya en ese punto kilométrico. PENOSO.
PV14, Chinchilla, he aquí donde empieza mi carrera. Las ampollas empiezan a ser un problema serio, paro a curarlas pero el pie casi no me entra en la zapatilla. Continúo y al poco me tengo que parar de nuevo para curar una nueva ampolla, la cosa se pone muy fea, el dolor es casi insoportable. Pero en ese momento tiro de recuerdos de las experiencias en montaña y decido quitarme las plantillas para dejar espacio a mis pies. Me consta que no es lo suyo, ya que me queda un huevo y sin plantillas...
Decido tirar de coco ya que encima estoy en terreno ascendente, con muchas piedras, sin plantillas y viendo sólo por un ojo de noche... Hablo con ellas "... venga va, mirad, yo tengo que acabar esto como sea, no os quiero putear, pero intentad seguir ahí sin dar demasiada guerra, sólo quedan 35 Km..." Pero no funcionó demasiado.
Las ampollas me impiden correr y los km´s se hacen eternos.
Atravesamos la sierra de las cumbres con una temperatura excepcional, los olores incitan a dar placer al olfato y a nuestros pulmones cogiendo bocanadas exageradas.
En el Km 72 me espera MJ, la necesito ver, necesito ánimos, demasiado sufrimiento.
Sergio me va mandando SMS constantemente que me alientan y animan más de lo que uno, si no lo experimenta, se puede imaginar. Se que no soy anónimo, alguien está ahí atento a lo que haces, cómo lo llevas... gracias tio, me ayudaste un montón.
Llego al km 72 pero un error me lleva a no ver a MJ...uffffff...
Me hidrato y continúo hasta llegar al Tercio donde cenaré por segunda vez. Las fuerzas están.. no tengo ni puta idea de donde están, se han ido sin permiso, mierda.
Cenando asisto al desvanecimiento de dos personas que caen en bloque al suelo, los médicos se los llevan e intento que la escena no me afecte.
Me levanto he intento estirar antes de volver a salir al monte, pero es casi imposible, mis músculos están tan hipertrofiados que parecen de madera. Me masajeo un poco y parece que responden. Todavía me queda un cuarto de la carrera y estoy completamente destrozado fisicamente... pero no me vas a poder, tiro de nuevo de coco, y me cabreo conmigo mismo. Un par de tirones de pelo y dos bofetadas me ponen de mala hostia y me alientan a seguir.
Otra mala noticia, hablo con MJ por tlf y dejamos claro que no nos veremos de nuevo hasta el km 94, imaginad el bajón.
Tras salir de cuartel, viene la parte más dura de los 101, la subida a la ermita. La realizo mejor de lo que esperaba, tirando ya de coco y brazos, ya que las piernas me las dejé muy atrás.
La bajada desde la ermita hasta Montejaque tiene un desnivel serio y con muchas piedras que reactivan mi dolor de ampollas, un calvario.
Por fin llego hasta el PV17, km 83 y una buena noticia, cogemos un buen tramo de asfalto que incluso invita a correr. Ahora aparecen otros dos factores con los que no contaba, el sueño y las rozaduras anales. Me dispongo a correr para despejarme pero enseguida nos meten por terreno de monte y me tengo que parar.
El sueño hace que no me concentre en pisar bien y rápido... no puedo más.. tengo ganas de dejarlo y tumbarme... el dolor no es asumible.
Los km´s se hacen cada vez más y más largos. Por fin llego al km 94 donde está MJ. Mi estado es lamentable, me quedan 7 km´s, pero me da igual, no quiero seguir. MJ me da ánimos y sigo arrastrándome como puedo.
A unos 3 km´s de meta veo en lo alto Ronda y, por un lado me animo, pero por otro al verla en lo alto me hundo.
Subo por la "cuestita" bordeando el tajo de Ronda con unas vistas al amanecer de alucinar, y por fin me meto de lleno en la población. Ya está, lo he logrado, como diría Homer " Juhuuuuuu".
Cruzo el puente nuevo de Ronda sin pies, sin piernas, sin brazos, con lágrimas, con sentimientos muy profundos, con recuerdos de hospitales, de muletas, de mi chica esperándome ahí mismo, con una mueca en la cara mezcla de dolor, satisfacción y complicidad conmigo mismo, sonrío, lloro... no se estoy hecho un lio, quiero llegar y abrazar a Mari Jose, sólo eso.
Allí está , la veo a lo lejos y me emociono, es más, os juro que escribiendo esto no puedo contener la emoción y se me escapan las lágrimas.
Cruzo la meta.
Lo he logrado, soy cientounero.
Estoy emocionada otra vez. Emoción por haberte visto como nunca y que lo hayas superado (YA ESTÁ), emocionada por tu tesón y por tus ganas de superarte. Ahora aparece el ORGULLO de haber compartido un poquito esta experiencia contigo. ENHORABUENA CIENTOUNERO.
ResponderEliminarDespués de tanto sacrificio y esfuerzo hay que acordarse de los paseitos por Ronda, de la cenita y de la casita rural donde estuvimos. Hay que quedarse con el buen sabor de boca que te deja el haber terminado algo.
Te quiero.
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