Desde el pasado 11 de Febrero mi vida a dado un giro de unos 172 grados, grado arriba grado abajo. Por este motivo y por otros, no he tenido tiempo ni de darme un respiro para dedicarme un poco al ciberespacio. Pero aquí estoy de nuevo para contar la crónica de la pasada edición de la Transgrancanaria.
De esto hace ya más de dos meses, así que espero no olvidarme de nada.
Tras un agotador viaje nos alojamos de nuevo en la playa de las canteras en un apartamento de lo más chulo, y a tan solo unos metros de la playa, un lujo. Experimentamos los primeros coletazos del frio invierno Canario (17 grados por la noche) mientras nos deleitamos con un magnífico bocata en un garito de al lado del apartamento.
Al día siguiente nos llevamos una gran decepción al ver la feria del corredor. Como ya sabéis este año entraba The North Face como patrocinador principal de la prueba, y nos esperábamos algo más en la feria. Pero en fin, aquí no hemos venido a esto, cogemos dorsal y entregamos bolsas de meta y Garañón.
El viérnes 4 de Marzo a eso de las 22:30, cojo el autobús que me llevará hasta Maspalomas con un pequeño nudete en la garganta por la despedida con MJ, pero con una sonrisa en la cara, ya que tengo mucha ilusión por acabar esta carrera.
La previsión de la meteo es regular, y nos avisan de que esta misma tarde en Garañón se bajó a -1 grados. Upppps me doy cuenta de que no he metido el impermeable, cagada y de las gordas, esto me lo repetiré durante muuuuuuchas horas.
La salida es espectacular, este año hay música en directo y una gran pantalla con imágenes de la pasada edición, digno de vivir. Salimos por un pasillo de personas y por un momento me hace revivir la experiencia de la salida en Chamo.
Tras los primeros kilómetros por la playa entramos en zona asfaltada y empezamos a coger ritmo. Al llegar al canal no nos meten por el hasta pasados unos 2 km, genial, además casi no lleva agua.
Empiezan a pasar los kilómetros y las sensaciones son geniales.
Al llegar a la presa de Ayaugarés empieza la fiesta. Comienza a llover de manera importante, aguanto con la gorra de Gore y el cortavientos pero el aguacero es tremendo.
Empiezo a estar calado e improviso un chubasquero con la manta de supervivencia, pero no es suficiente, el aire hace aparición y es un auténtico suplicio el avanzar. El ritmo es lentiiiiisimo.
Al llegar a Tunte (Km42) en una hora y media más tarde de lo previsto, intento conseguir un chubasquero a o algo que se le parezca pero no hay manera. La mayoría de lagente a cometido el mismo error que yo, y muchos abandonan en este punto. Trato de no dejarme llevar por los comentarios que oigo y salgo escopetado de allí.
Empieza a amanecer y esto anima de lo lindo. Desde este punto iré bastante tiempo solo pero el paisaje espieza a mostrarse y es la mejor compañía. Me empiezo a animar, he entrado en calor y las piernas van solas.
Tras pasar todo el farallón rocoso que comanda Tunte comienzo el bucle que hace que la carrera tenga 123Km.
El espectáculo es fascinante, las nubes quedan abajo y voy corriendo por un bosque de pinos muy peculiar. Las sensaciones son geniales y no paro de correr.
Atravesamos un montón de presas del interior de la isla con un paisaje entre volcánico y ecuatorial que nunca había visto.
El calor empieza a apretar de lo lindo, pero mis sensaciones son muy buenas y apenas ando en las subidas.
Alrededor del Km 60 me empiezo a encontrar mal, hablo con MJ y la digo que es muy posible que abandone. Estoy muy bajo de moral, llevo un montón de horas solo y no me encuentro bien. MJ me anima y tras llegar a un avituallamiento, encaro la subida al Roque Nublo como un tiro.
El paso por el RN es de una belleza rara, hay que verlo para creerlo, está ahí, solo, el manda. Hace un frío que pela y tiro para abajo. Han desaparecido las malas sensaciones y empiezo a ir genial.
10 km antes de llegar a Garañón me empieza a molestar la rodilla, estiro un poco y aguanto.
En Garañón hace un frio del carajo, joder con Canarias. Como, me lavo un poco y me cambio de ropa Este año sin agobios ni prisas, ufff que bien, estoy aquí para disfrutar y eso hago.
Tras Garañón la cosa fluye de maravilla, sube-baja constante picando siempre hacia el mar que ya se ve al fondo.
Mj me está esperando en Teror (Km 100), allí está, mmmmm... que subidón cariño, gracias por estar ahí.
Esto está acabado, 23 km a meta.... no majete. Empieza a llover de nuevo y la cosa se pone fea.
El resto de carrera nos juntamos un grupo de diez que al final nos quedamos en 4 en meta. Fue infernal, no corriamos, andabamos con cuidado para no matarnos. La cantidad de barro y de agua era tal que casi no podíamos andar. Yo me resbalé y salí disparado durante 6 metros para abajo, perdiendo los bastones por un canal. ¡¡¡¡TREMENDO¡¡¡. Me olvido de tiempos y de gaitas, quiero acabar y punto.
En los últimos seis km la charla fue muy interesante y me quedó muy buen sabor de boca por la experiencia con mis compis.
Por fin la cosa se acaba en casi 26 horas y media cuando la intención era hacer 19 horas.
Parece ser que tengo como cruz la meteo en mi contra.
La próxima la Zegama-Aizkorri... y parece que lloverá.
